sábado, 16 de febrero de 2013

Inscripción trilingüe "Naqsh-e Rustam", llamada res gestae divi Saporis,


Sapor o Shapuhr  I (215 - 272), hijo de Ardashir I fue rey de Persia desde 241 hasta 272, es considerado generalmente como uno de los reyes sasánidas más destacados, y en Irán el recuerdo de sus hazañas permanece todavía. En el interior del país destacó por su tolerante política religiosa y sus reformas en la administración del estado, cuya centralización aumentó durante su gobierno.
Desde el punto de vista militar, sus éxitos no fueron en absoluto menores. Dirigió un total de tres campañas contra Roma (y obtuvo victoria contra TRES EMPERADORES), cuya cronología precisa se desconoce porque las fuentes, bastante problemáticas, han causado dificultades a los modernos historiadores. Además, a veces las fuentes occidentales (grecorromanas), que no son precisamente muy caudalosas, contradicen los relatos de los propios sasánidas.
Una fuente de interés es la conocida inscripción trilingüe (en persa medio, parto y griego) de Naqsh-e Rustam, denominada res gestae divi Saporis, una crónica de Sapor sobre su victoria. Aun cuando debe ponerse cierto cuidado a la hora de evaluar estas fuentes, en la investigación actual su contenido se considera generalmente fiable. De modo diferente se considera, en cambio, a las fuentes occidentales, como la muy poco digna de confianza Historia Augusta, que apenas ofrece información fidedigna sobre el desarrollo de las campañas.
La inscripción de Shapuhr I, grabado en tres paredes de la primera planta de la Kaaba de Zoroastro, el edificio de piedra de los tiempos aqueménidas que sigue en pie delante de la roca cortada tumbas de los los reyes aqueménidas de Persia cerca de Persépolis en Naksh i Rustem ( Pl. VII, 1-2 ).

La inscripción que en tres idiomas, fue descubierta en 1936 y 1939, por el Dr. Erich Schmidt, director de la expedición iraní del Instituto Oriental de la Universidad de Chicago. 




A modo de ejemplo, la situación en las provincias orientales del Imperio romano era tan crítica que el emperador Valeriano, que había llegado al poder en el año 253, se vio obligado a desplazarse personalmente a Oriente. 
Valeriano reunió un gran ejército y marchó a combatir contra Sapor I. 
A principios del verano de 256 se enfrentó con él en la batalla de Edesa, en la que el ejército de Valeriano fue destrozado. Por si esto fuera poco, el emperador cayó prisionero de los persas en el transcurso de la batalla. La captura de Valeriano (acontecimiento sin precedentes y extremadamente ignominioso para los romanos) fue recordado en los anales de Sapor, al igual que en los relieves rupestres a los cuales nos referimos.

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