lunes, 10 de julio de 2017

Las Pinturas prehistóricas de la isla de Sulawesi en Indonesia.

Un grupo de arqueólogos australianos e indonesios publicó en la revista "Nature" el descubrimiento de pinturas prehistóricas de 39.900 años de antigüedad en la isla de Sulawesi en Indonesia (conocida como Célebes en español).
Entre los dibujos de animales y huellas de manos que se han encontrado, las pruebas de radiocarbono han detectado trazos que rivalizan en antigüedad con el disco rojo de 40.800 años que se conserva en la cueva española de El Castillo, en Cantabria, la pintura rupestre más antigua conocida.
 

La datación similar de las pinturas en dos ubicaciones separadas por 13.000 kilómetros de distancia crea nuevas preguntas sobre cómo surgieron las primeras manifestaciones artísticas humanas, según Thomas Sutikna, de la Universidad australiana de Wollongong.
"El arte rupestre quizás emergió de forma independiente, aproximadamente al mismo tiempo, en las poblaciones de humanos modernos en Europa y el sureste asiático, o quizás era una práctica extendida entre los primeros humanos que abandonaron África, decenas de miles de años antes", sostuvo el coautor de la investigación.


El equipo de arqueólogos detectó doce dibujos del contorno de manos humanas, así como dos "representaciones figurativas de animales" en siete cavidades de piedra caliza en el suroeste de la isla.
Los investigadores han datado su antigüedad a partir de la medición de isótopos radiactivos en las formaciones coraloides –pequeños nodos de calcita, aragonito o yeso– que se han efectuado sobre los dibujos.
Los análisis de 14 pinturas en las siete cuevas arrojaron resultados de entre 39.900 y 17.400 años de antigüedad, aunque los científicos aseguran que la prueba efectuada sobre los coraloides tan solo arroja la edad mínima de las muestras, por lo que podrían ser más antiguas.
La pintura con más edad corresponde al contorno de una mano humana, mientras que los investigadores subrayan además la importancia del dibujo figurativo de una babirusa, un mamífero de la región, de 35.400 años.
Si bien se han hallado en todo el mundo diversas manifestaciones de arte rupestre, las pinturas europeas son las más antiguas que se conocen.
Los trazos de Cantabria tienen tantos años que se ha sugerido que podrían haber sido creados por los neandertales que habitaron el continente antes que el hombre moderno.


"Los europeos ya no pueden seguir reclamando en exclusiva que fueron los primeros que desarrollaron el arte abstracto. Lo deben compartir, por lo menos, con los primeros habitantes de Indonesia", afirmó por su parte Anthony Dosseto, otros de los coautores de la investigación.

Macabro hallazgo arqueológico cuestiona hipótesis sobre sacrificios aztecas

Expertos señalan que el descubrimiento de 461 cráneos de hombres, mujeres y niños en Ciudad de México, pone en duda la hipótesis de que los aztecas solamente sacrificaban guerreros jóvenes.

Arqueólogos mexicanos encontraron vestigios de una torre edificada con un total de 461 cráneos de hombres, mujeres y niños en Ciudad de México, hallazgo que pone en duda la hipótesis de que los aztecas solamente sacrificaban guerreros jóvenes.

El arqueólogo responsable del programa de Arqueología Urbana del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Raúl Barrera, explicó que 161 de los 461 cráneos encontrados en el Gran Tzompantli (altar construido con cráneos unidos con argamasa), ubicado frente al Templo Mayor y dedicado a la principal deidad de los mexicas (aztecas), están bajo estudio actualmente.

“En su gran mayoría son cráneos de individuos adultos jóvenes, entre veinte y veinticinco años. También hay cráneos de mujeres, aunque en mucha menos proporción, y hay cráneos de niños”, refirió el experto, quien precisó que hasta la fecha se ha determinado que 10 % de los cráneos son de niños, 20 % de mujeres y 70 % de hombres. Barrera apuntó que la principal hipótesis señala que la mayoría de los varones eran guerreros cautivos de guerra que fueron sacrificados en el Templo Mayor, y añadió que en el caso de las mujeres y los niños se manejan varias posibilidades.


Precisó que las calaveras son de varias regiones de Mesoamérica, posiblemente del área del Golfo de México o de la parte sur del país, y reveló que en un lapso de dos a tres años se podrá revelar su origen exacto.

“Las fuentes históricas hacen referencias a que, durante las incursiones de guerra que hacían los mexicas en otras regiones, eran capturados guerreros y traídos a Tenochtitlan (la capital azteca) y eran sacrificados”, refirió.

El especialista explicó que en la torre se habrían exhibido los cráneos de los guerreros sacrificados o de personas que representaban deidades, pero que una de las funciones principales de esta tétrica construcción era “mandar un mensaje de poder a la población y a los (otros) pueblos”.

“En las sociedades prehispánicas, y en particular las mexicas, había algunos individuos que podían ser hombres y mujeres, incluso niños, que personificaban deidades. Desde la infancia podían personificar a algún dios y finalmente su destino era ser sacrificados en el Templo Mayor” de Tenochtitlan, ahondó. 


El Huey Tzompantli o Gran Tzompantli sería una estructura cilíndrica situada en el núcleo de una plataforma rectangular de 34 por 14 metros, según los estudios realizados, y fue uno de los sitios sagrados más simbólicos de Tenochtitlan “porque es el reflejo del poderío del imperio mexica”, afirmó.


Según los códices del cronista y conquistador español Andrés de Tapia, el Gran Tzompantli contaba con dos torres hechas de calaveras humanas. “Este es el límite norte del templo, la otra torre no la conocemos pero estamos seguros que existe”, aseguró Barrera.

Añadió que, en el caso de los niños, una de las posibilidades es que fueran sacrificados por ser la personificación de una deidad, posiblemente Huitzilopochtli (dios del Sol).

En cuanto a las mujeres, detalló, seguramente fueron cautivas de guerra pero también pudieron haber representado a una deidad femenina.

En ese sentido, la responsable de los cuadrantes de excavación en la calle de Guatemala 24, Ingrid Trejo, relató  que unas de las teorías que se han explorado es la relación de las mujeres con la festividad del Tititl, dedicada a la diosa Llamatecuhtli.

Trejo explicó que durante la exploración los arqueólogos identificaron que hay varias etapas constructivas de esta estructura, elaborada de cráneos unidos con una mezcla de cal y arena.

“Al menos hemos identificado dos (etapas) como mínimo. El diámetro del más extenso sería de 4,70 metros y el de la dona interna, o primer momento del elemento de cráneos, estamos estimándolo en 3,60 metros”, precisó.

Asimismo, indicó que, mientras en la primera etapa los cráneos estaban colocados con las mandíbulas, en el diámetro más extenso no están encontrando esas partes.


 
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