lunes, 29 de octubre de 2012

Los Edictos de Asoka - Lejano Oriente - India


Tras someter a sus enemigos mediante sangrientas campañas militares, el soberano indio Asoka (ca. 304-232 a.C.), tercero de la dinastía Maurya, se convirtió al budismo y emprendió una serie de reformas en las que, desde la proclamación de la Ley Sagrada budista (Dhamma), evidencia una gran preocupación por el bienestar físico y espiritual de sus súbditos. Estas reformas son recogidas en una treintena de inscripciones en piedra -a menudo en forma de pilar de hasta 15 metros de altura- repartidas por los territorios actuales de la India, Nepal, Pakistán y Afganistán, en las que el soberano se autodenomina «Piyadasi, el Amado de los Dioses» y que figuran redactadas generalmente en una lengua india próxima al sánscrito, aunque en ocasiones también aparecen en arameo e incluso en griego.
La inscripción de Girnar (península de Kathiawar, estado de Gujarat, India occidental) fue erigida en 257 a.C. y menciona el envío de embajadas para dar a conocer el mensaje budista más allá de los dominios de Asoka, tanto entre los pueblos meridionales de la India como en Ceilán -Tamraparni en el texto- e incluso en las cortes de los soberanos helenísticos contemporáneos Antíoco II de Siria, Ptolomeo II de Egipto, Antígono Gonatas de Macedonia, Magas de Cirene y Alejandro de Epiro. (Pilar Rivero-Julián Pelegrín).


En la foto superior a la derecha, podemos apreciar como con la llegada del budismo en el siglo III a.C. tiene lugar la evolución de una arquitectura monumental en piedra, que se complementa con escultura en bajo y altorrelieve. La figura de Buda no estaba presente en el arte primitivo indio y se recurría a símbolos y a escenas de su vida, a representaciones de deidades budistas y de leyendas edificantes.
En aquella época -como a lo largo de toda la historia de la escultura- las figuras y la ornamentación se disponían en complicadas composiciones. Los monumentos más destacados de este periodo son los capiteles con formas de animales de los pilares de arenisca para los edictos del rey Asoka, y las barandillas de mármol que rodean las stupas de Bharhut, en Madhya Pradesh, cuyos relieves parecen estar comprimidos entre la superficie y el fondo. También son notorias las puertas de la stupa de Sanchi (siglo II a.C.), cuyos relieves tienen la delicadeza y la minuciosidad del tallado en marfil.

Leer más: http://arte-oriental.webnode.com.co/arte-oriental/india/escultura/


Los edictos de Asoka

El rey Piyadasi, el Amado de los Dioses, ha hecho redactar este edicto de la Ley Sagrada (...) Ningún ser vivo, tras matarlo, debe ser ofrendado (...) Antiguamente, en la cocina del rey Piyadasi, el Amado de los Dioses, cientos de miles de vivientes eran sacrificados todos los días para hacer el curry. Pero ahora, con la redacción de este edicto de la Ley Sagrada, sólo tres seres vivos, dos pavos reales y una gacela, son sacrificados. Y en adelante ni siquiera estos tres seres vivos serán sacrificados.
Por todas partes dentro de los dominios del rey Piyadasi, el Amado de los Dioses, y entre los pueblos de más allá de las fronteras, los Cholas, los Pandyas, los Satiyaputras, los Keralaputras, tan lejos como Tamraparni y donde gobierna el soberano griego Antíoco, y entre los reyes que son vecinos de Antíoco, por todas partes el rey Piyadasi, el Amado de los Dioses, ha hecho provisión de dos tipos de tratamiento médico: tratamiento médico para los humanos y tratamiento médico para los animales. Cuando las hierbas medicinales necesarias para los humanos o para los animales no estaban disponibles, yo las he hecho importar y las he hecho crecer. He hecho excavar pozos y plantar árboles para beneficio de los hombres y de los animales (...)
En el pasado, durante centenares de años, creció la muerte y el daño a los seres vivientes, el comportamiento impropio para con los parientes y el comportamiento impropio para con los brahmanes y los ascetas. Pero ahora, debido a la práctica de la Ley Sagrada por parte del rey Piyadasi, el Amado de los Dioses, el sonido del timbal ha sido sustituido por el sonido de la Ley Sagrada. La visión de los carros celestiales, los elefantes propicios, los cuerpos de fuego y otras visiones divinas no han tenido lugar durante muchos centenares de años. Pero ahora, debido a que el rey Piyadasi, el Amado de los Dioses, promueve la contención en la muerte y el daño a los seres vivientes, se ha difundido un comportamiento más apropiado para con los parientes, los brahmanes y los ascetas, y el respeto hacia la madre, el padre y los ancianos (...)
Ahora el Amado de los Dioses considera que la conquista por la Ley Sagrada es la mejor conquista. Y ésta ha sido alcanzada aquí, en los extremos, incluso seiscientos yojanas más allá, donde gobierna el soberano griego Antíoco, más alllá del cual gobiernan los cuatro reyes de nombre Ptolomeo, Antígono, Magas y Alejandro, del mismo modo que en el sur entre los Cholas, los Pandyas, y tan lejos como Tamraparti. Aquí, los dominios del rey entre los griegos, los Kambojas, los Nabhakas, los Nabhapamkits, los Bhojas, los Pitinikas, los Andhras y los Palidas, por todas partes los pueblos cumplen las instrucciones del Amado de los Dioses respecto a la Ley Sagrada. Incluso allí donde no han llegado los enviados del Amado de los Dioses, esos pueblos también, habiendo oído hablar de la práctica de la Ley Sagrada y de los mandatos y las disposiciones establecidas por el Amado de los Dioses respecto a la Ley Sagrada, están cumpliéndola y continuarán haciéndolo. Esta conquista ha sido alcanzada en todas partes, y ello proporciona una gran alegría, la alegría que sólo se puede proporcionar la conquista por la Ley Sagrada. Pero incluso esta alegría tiene escasas consecuencias. El Amado de los Dioses considera que, para ser más importante, el mayor resultado debe ser experimentado en el otro mundo.

Asoka, Edictos de la Ley Sagrada, traducción propia a partir de la versión inglesa publicada por Venerable Shravasti Dhammika. Extraída dehttp://www.cs.colostate.edu/~malaiya/ashoka.html.

Fuente de la Nota: http://www.cervantesvirtual.com/bib/portal/antigua/india.shtml#india2

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