jueves, 28 de octubre de 2010

ACTAS DEL PROCESO CONTRA GALILEO GALILEI


ACTAS DEL PROCESO CONTRA GALILEO GALILEI Roma 1616, 1632-3. Fuente:
Volumen de papel, 338 x 225 mm., 228 folios: encuadernación moderna de cartón verde, con dorso de pergamino. ASV, Misc., Arm. X, 204, ff. 84r, 207r
A pesar de los largos y amplios estudios que no pocos estudiosos han realizado en el pasado para «descubrir», o mejor dicho, encontrar las actas del proceso inquisitorio de Galileo Galilei, hasta hoy no poseemos más que los escritos originales de un mísero resto extraído de voluminosos «expedientes» inquisitorios de Galileo de la época del proceso (1633) o de poco después. Este «extracto» permaneció durante siglos en el archivo de la Congregación del Índice (que solicitó al Sant'Offizio dichos papeles) y se llevó después a París durante la triste confiscación de los Archivos Vaticanos dispuesta en 1810 por Napoleón, pasando por tanto por las manos del duque de Blacas, y finalmente fue enviado por la viuda de éste al Archivo Secreto Vaticano en 1843.
El volumen II, que erróneamente se ha designado durante mucho tiempo como «proceso de Galileo Galilei», en realidad es un conjunto de escritos recopilados por la Congregación del Índice tras la condena de Galileo con el fin de aplicar, sobre la base de las deposiciones y confesiones del proceso, la prohibición de sus libros y la enseñanza de su doctrina (en el interior hay numerosas cartas de obispos o representantes pontificios que atestiguan haber recibido la notificación de dicha prohibición. Algunos de estos escritos se extrajeron de los expedientes perdidos (parece ser que se trata de varios volúmenes) del proceso de Galileo, del cual se conserva todavía la foliación (uno de estos volúmenes tenía al menos 560 folios, es decir 1120 páginas).
En el documento (a) se puede observar una de las declaraciones o interrogatorios originales de Galileo Galilei ante la Inquisición (ff. 78r-87r). Más concretamente se trata de la parte final de la deposición que Galileo ofreció el 12 de abril de 1633, que él mismo firmo, según la regla (línea 8: Io Galileo Galilei ho deposto come di sopra), y el principio de la siguiente declaración (línea 9:Die sabbathi 30 aprilis 1633. Constitutus personaliter Romae in aula congregationum, coram et assistente quibus supra, in meique Galileus de Galileis de quo supra [...]).
Tras la condena de las tesis científicas que sostenía Galileo se llegó, como es bien sabido, a la abjuración pronunciada por el gran pisano en la iglesia de la Minerva el 22 de junio de 1633. En los meses siguientes, Galileo obtuvo de Urbano VIII la posibilidad de cumplir su pena de prisión en su villa de Arcetri (1 de diciembre de 1633). Desde ahí, el 17 de diciembre de 1633 enviaba una carta totalmente autógrafa a su «protector», el cardenal Francesco Barberini, gracias a cuya intervención había obtenido ese favor (b).

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