Mientras que entusiastas de todo el mundo elucubran acerca del llamado manuscrito Voynich, uno de los textos más misteriosos jamás encontrado, un equipo de investigadores de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, afirma haber resuelto uno de sus mayores misterios: cuando fue escrito.
Usando la técnica de datación por radiocarbono, los investigadores descubrieron que las páginas de este pergamino datan de principios del siglo XV. Esta datación señala que el manuscrito es un siglo más antiguo de lo que hasta ahora se pensaba.
El resto de los misterios del libro siguen sin resolverse. El manuscrito Voynich es un libro ilustrado, de contenidos desconocidos, escrito por un autor anónimo en un alfabeto no identificado y un idioma incomprensible, bautizado como voynichés.
Intensos estudios realizados por numerosos criptógrafos profesionales y aficionados no han conseguido descifrar ni una sola palabra de este texto. Sin embargo, el que cumpla la ley de Zipf, que señala que en todas las lenguas conocidas la longitud de las palabras es inversamente proporcional a su frecuencia de aparición (cuantas más veces aparece una palabra en un idioma, más corta es), hace pensar que se trata no sólo de un texto redactado en un lenguaje concreto, sino también que este lenguaje está basado en alguna lengua natural.
El nombre del manuscrito se debe al especialista en libros antiguos Wilfrid M. Voynich, quien lo adquirió en 1912. Actualmente está catalogado en la Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos de la Universidad de Yale.
Comentario: Esta pieza periodística salta a conclusiones no muy bien fundamentadas. El autor del estudio en cuestión escribe:
"Sería muy bueno poder datar directamente las tintas por medio de radiocarbono, pero actualmente es realmente difícil de hacer. Primero, en la superficie solo podemos encontrar cantidades mínimas" -Dijo Hodgins-. "Usualmente, el contenido de carbono es extremadamente bajo. Además, tomar muestras de tintas que no contienen carbono de la superficie en la que se encuentran, está más allá de nuestras habilidades. Y finalmente, algunas tintas no son a base de carbono, pero se derivan de minerales de la tierra. Son inorgánicas, así que no contienen carbono".
Para más información, le recomendamos a nuestros lectores la siguiente discusión en el foro Cassiopaea (En inglés).
Usando la técnica de datación por radiocarbono, los investigadores descubrieron que las páginas de este pergamino datan de principios del siglo XV. Esta datación señala que el manuscrito es un siglo más antiguo de lo que hasta ahora se pensaba.
El resto de los misterios del libro siguen sin resolverse. El manuscrito Voynich es un libro ilustrado, de contenidos desconocidos, escrito por un autor anónimo en un alfabeto no identificado y un idioma incomprensible, bautizado como voynichés.
Intensos estudios realizados por numerosos criptógrafos profesionales y aficionados no han conseguido descifrar ni una sola palabra de este texto. Sin embargo, el que cumpla la ley de Zipf, que señala que en todas las lenguas conocidas la longitud de las palabras es inversamente proporcional a su frecuencia de aparición (cuantas más veces aparece una palabra en un idioma, más corta es), hace pensar que se trata no sólo de un texto redactado en un lenguaje concreto, sino también que este lenguaje está basado en alguna lengua natural.
El nombre del manuscrito se debe al especialista en libros antiguos Wilfrid M. Voynich, quien lo adquirió en 1912. Actualmente está catalogado en la Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos de la Universidad de Yale.
Comentario: Esta pieza periodística salta a conclusiones no muy bien fundamentadas. El autor del estudio en cuestión escribe:
"Sería muy bueno poder datar directamente las tintas por medio de radiocarbono, pero actualmente es realmente difícil de hacer. Primero, en la superficie solo podemos encontrar cantidades mínimas" -Dijo Hodgins-. "Usualmente, el contenido de carbono es extremadamente bajo. Además, tomar muestras de tintas que no contienen carbono de la superficie en la que se encuentran, está más allá de nuestras habilidades. Y finalmente, algunas tintas no son a base de carbono, pero se derivan de minerales de la tierra. Son inorgánicas, así que no contienen carbono".
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